La contaminación del aire es una amenaza creciente para la salud y el cáncer de pulmón en México y en el mundo.
La contaminación del aire es uno de los principales factores de riesgo para la salud mundial, contribuyendo no solo a problemas respiratorios y cardiovasculares, sino también al cáncer. De acuerdo con datos recientes, se estima que la contaminación del aire es responsable del 15% de todas las muertes por cáncer de pulmón, afectando incluso a personas que nunca han fumado.
La contaminación proviene de diversas fuentes, incluyendo plantas de energía a base de carbón y gas natural, automóviles, agricultura, incendios forestales y estufas de leña. Estos contaminantes, al penetrar en los pulmones y el torrente sanguíneo, pueden desencadenar mutaciones celulares que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer, en particular cáncer de pulmón:
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La exposición a corto plazo a altos niveles de contaminación puede afectar la función pulmonar, exacerbar el asma y aumentar el riesgo de hospitalización por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
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La exposición prolongada a la contaminación del aire puede causar enfermedades crónicas como accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón.
Hoy en día, reducir la contaminación del aire debe ser una prioridad global para mejorar la salud y disminuir la carga de enfermedades como el cáncer de pulmón. Implementar medidas que promuevan energías limpias, transporte público eficiente y ciudades más sostenibles no solo mejorará la calidad de vida actual, sino que también protegerá la salud de las futuras generaciones. Adoptar estas acciones es un paso fundamental para construir un mundo en el que el aire limpio sea un derecho básico y en el que el bienestar de las personas y del planeta sea una realidad.
Si quieres conocer más al respecto, consulta esta hoja de datos de la UICC.