Una de las principales dificultades para la atención y el tratamiento del cáncer de pulmón es que, en sus primeras etapas, no suelen presentarse síntomas. En etapas avanzadas, el cáncer de pulmón puede presentar algunos de lo siguientes síntomas:

 

  • Tos persistente 
  • Tos con expectoración de color de metal oxidado y sangre
  • Dolor constante en el pecho
  • Falta de aire, silbidos al respirar o ronquera
  • Neumonía o bronquitis recurrente o que no desaparece 
  • Inflamación del cuello y la cara
  • Pérdida del apetito 
  • Pérdida de peso sin explicación evidente
  • Dificultad para respirar
  • Fatiga o debilidad

La falta de síntomas en etapas tempranas hace fundamental que las personas que presentan alguno de los factores de riesgo mantengan comunicación con su médico para que exploren en conjunto las opciones de estudios que puedan llevar a un diagnóstico temprano.