El cáncer es uno de los retos de salud más grandes que enfrentamos en la actualidad. Es la segunda causa de muerte y tan solo en 2020 se registraron cerca de diez millones de fallecimientos, es decir, casi uno de cada seis. 

El dato esperanzador es que podríamos salvar hasta 3,7 millones de vidas cada año con estrategias adecuadas de prevención, detección temprana y tratamiento oportuno y de calidad. Así, el Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero y que impulsa la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), representa una oportunidad para que todos, en todas partes, establezcamos acciones que nos acerquen a reducir el impacto de esta enfermedad.

Con el lema “Por unos cuidados más justos”, se busca movilizar a gobiernos, instituciones de salud, legisladores, personal de salud, amigos, familiares, compañeros de trabajo y comunidades, para cerrar las brechas en la atención del cáncer y que todas las personas tengan la oportunidad de afrontar esta enfermedad. 

Consideremos que en la actualidad, al menos la mitad de la población carece de acceso a la gama completa de servicios de salud esenciales y, cuando se trata de cáncer, muchas personas enfrentan barreras para acceder al diagnóstico, al tratamiento y a la atención integral que se requiere. 

Quienes somos, el lugar donde vivimos, nuestra edad, género, orientación sexual, estilo de vida y condición económica, pueden determinar de forma negativa la atención que recibimos. Las diferencias injustas en la atención en salud (inequidades) pueden evitarse y para ello, la UICC recomienda aumentar los esfuerzos para:

  • educar al público sobre la prevención del cáncer; 
  • equipar a los profesionales de la salud con habilidades y conocimientos, incluso sobre cómo la inequidad influye en la atención del cáncer; 
  • fortalecer la atención primaria de la salud que se presta en las comunidades;  
  • abordar a través de políticas y programas, algunos de los factores sociales y económicos que pueden afectar negativamente la salud de las personas;  
  • aumentar los recursos (humanos y financieros) dedicados a la investigación del cáncer y hacer un seguimiento de la carga del cáncer a nivel nacional para dar forma a las inversiones de manera más efectiva; 
  • implementar planes de prevención y control del cáncer específicos de cada país, que aborden sus necesidades y  recursos únicos.  

En el Frente Unido por el Cáncer de Pulmón hacemos eco de este llamado y reafirmamos nuestro compromiso de seguir sumando esfuerzos para mejorar la atención del cáncer. Todos tenemos un papel que desempeñar para construir un mundo más saludable. ¡Es tiempo de sumar!

 

Con información de: Unión Internacional contra el Cáncer (UICC)