En México, condiciones de salud como el cáncer de pulmón o la enfermedad pulmonar crónica obstructiva (EPOC) están ligadas a la exposición al humo de leña. Para muchas localidades del país, el uso de leña o carbón forma parte de tradiciones culinarias ancestrales, pero en muchos otros casos, su uso se debe a condiciones de pobreza, lo cual hace imposible adquirir cocinas de gas o eléctricas, así como el pago de cualquiera de estos servicios.
En este texto, México Social destaca que de los 35.23 millones de viviendas particulares habitadas que hay en el país, en 4.85 millones la leña o el carbón son el principal combustible para cocinar. Los estados que concentran el mayor número de viviendas con fogón son: Chiapas (721,020); Veracruz (688,508); Oaxaca (541,343); Guerrero (424,377); Puebla (374,884); Estado de México (241,589); Tabasco (233,380); Michoacán (232,145); Yucatán (232,145); Hidalgo (190,356); San Luis Potosí (160,800) y Guanajuato (95,696).
Por otro lado, se estima que hay 1.9 millones de viviendas que carecen de chimeneas para extraer el humo de la leña o el carbón. La mayoría de ellas están concentradas en Chiapas (144,194); Estado de México (124,706); Puebla (118,534); Michoacán (109,994); Veracruz (107,591): Oaxaca (105,080) y el estado de Hidalgo (59,700).
Por su parte, el Consenso nacional de diagnóstico y tratamiento del cáncer de pulmón de células no pequeñas destaca que la exposición a aero partículas del humo de leña contribuye al desarrollo de cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) y otras enfermedades. También, señala que la medición de exposición al humo de leña se obtiene por el número de horas diarias por año, por ejemplo: 5 horas al día por 20 años de exposición equivale a 100 horas/año. Y el riesgo de enfermedad pulmonar es mayor si se pasan las 200 horas/año.
Estas cifras dan cuenta de la importancia de analizar el cáncer de pulmón con una lupa social. Debemos eliminar la creencia de que esta enfermedad solo se asocia con tabaquismo e indagar de manera profunda en el contexto de las y los pacientes, pues muchos de ellos están expuestos a factores de riesgo que no eligen y que están determinados por sus condiciones sociales y económicas.