Tan solo en 2020, en nuestro país se registraron 7 mil 588 nuevos casos de cáncer de pulmón y 7 mil 100 decesos, colocándolo como uno de los cánceres más letales. Las cifras no son alentadoras, y mucho menos lo son las historias de personas que no accedieron a un diagnóstico temprano o a opciones terapéuticas que les dieran la oportunidad de luchar contra la enfermedad.
El cáncer de pulmón es un problema de salud pública y aún tenemos mucho camino que recorrer para disminuir su impacto en la salud y la vida de las personas. Reducir el estigma que rodea a la enfermedad y a los pacientes a través de la información es un paso fundamental, pues la idea que muchas personas tienen sobre el cáncer de pulmón está basada en prejuicios y mitos que victimizan o culpan a las y los pacientes, lo que hace más difícil que puedan obtener una atención integral y de calidad.
En pleno 2022 permanece la idea de que este cáncer solo se relaciona con el consumo de tabaco y seguimos escuchando expresiones como “tú fumas, tú te lo buscaste”.
Necesitamos seguir concientizando a la sociedad sobre todos los factores de riesgo que se vinculan con el desarrollo del cáncer de pulmón: la exposición al humo de tabaco de segunda mano, al humo de leña o de parrillas de carbón, a sustancias tóxicas como el radón o el asbesto, la contaminación ambiental y los antecedentes familiares.
Es vital que las personas conozcan los síntomas que pueden advertir la presencia de esta enfermedad y que acudan de inmediato a revisión médica. Y al mismo tiempo, debemos fortalecer los sistemas de salud para que reciban a estas personas: necesitamos personal médico capacitado desde el primer nivel de atención para reducir el tiempo de referencia de pacientes, centros especializados, insumos, diagnósticos y acceso a las terapias que pueden cambiar el curso de la enfermedad.
Y por último, pero no menos importante: requerimos la asignación de recursos específicos para atender este problema de salud pública, porque sin recursos, los lineamientos y las políticas públicas se convierten en buenos deseos.
El Día Nacional del Cáncer de Pulmón que se conmemora cada 5 de abril, es para nosotras más que una fecha en el calendario. Representa la oportunidad de unir esfuerzos, de elevar la conversación y de establecer acciones puntuales que permitan garantizar el derecho a la salud a las y los pacientes, sin importar dónde viven o en qué institución de salud se atienden.
En el Frente Unido por el Cáncer de Pulmón aprovechamos esta conmemoración para reafirmar nuestro compromiso con las y los pacientes y sus familias, y para colaborar con todos los sectores interesados en transformar el abordaje del cáncer de pulmón. Estamos a tiempo de construir un panorama mucho más esperanzador.