En su más reciente informe sobre resistencia antimicrobiana (RAM), The Lancet comparte una realidad contundente: al menos 1,2 millones de personas murieron en 2019 por infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos, esto es más muertes que el VIH / SIDA o la malaria.
La RAM se produce cuando bacterias, virus, hongos y parásitos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos, lo que dificulta el tratamiento de infecciones y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades y muerte. Asimismo, intervenciones quirúrgicas como las cesáreas, los trasplantes e incluso las quimioterapias pueden llegar a ser procedimientos de riesgo.
Hace ya tiempo que se advierte sobre este fenómeno como un problema creciente de salud pública y una amenaza a los avances que hemos obtenido gracias al desarrollo y uso de antibióticos. Ahora bien, ¿Cómo y qué tanto afecta esto el tratamiento del cáncer?
La Unión para el Control Internacional del Cáncer (UICC) señala que las personas con cáncer son más susceptibles a las infecciones debido a la disminución de las defensas inmunitarias. Se estima que hasta uno de cada cinco pacientes con cáncer y en tratamiento, son hospitalizados debido a una infección y los antibióticos son la principal línea de defensa.
Otro de los impactos de la disminución de la eficacia de los antibióticos debido a la resistencia se ve en los costos de atención en salud. Se estima que la RAM cuesta casi 20 mil millones de dólares en atención médica y 35 mil millones al año en pérdida de productividad, tan solo en EE.UU. Y el costo de atender infecciones en pacientes con cáncer aumenta el costo del tratamiento total.Por ejemplo, de los costos de atención médica durante la quimioterapia de primera línea, los costos relacionados con la neutropenia representaron el 32,2% en pacientes con cáncer de pulmón no pequeño que fueron diagnosticados con neutropenia febril.
Estamos ante una pandemia silenciosa , porque no se ve y no se anuncia, pero que está generando un enorme impacto en la vida, la salud y la seguridad de las personas a nivel mundial. La noticia esperanzadora es que estamos a tiempo de frenarla y para ello, todos tenemos un papel que desempeñar.
Aquí algunas acciones con las que te puedes sumar:
- Usa los antibióticos solo con prescripción del personal de la salud
- No los pidas a tu médico (a) si no son necesarios (por ejemplo, para tratar enfermedades respiratorias como la influenza)
- No utilices o compartas antibióticos que te hayan sobrado
- Puedes prevenir infecciones con el lavado frecuente de manos, al preparar alimentos en condiciones higiénicas y manteniendo los esquemas de vacunación al día.
Más información sobre el uso correcto de antibióticos en este enlace.